Marc Anthony hizo palpitar el corazón

La vida se vive o no se vive, pero también hay veces que trasciende el mero hecho de respirar para que el corazón palpite. Cuando cantó anoche en el Coliseo de Puerto Rico, Marc Anthony tuvo el poder de contagiarle una emoción especial a la gente que escuchaba su voz y que parecía entender que no hay que ser superdotado para vivir a plenitud.

El cantante de origen boricua tuvo ese efecto en las miles de personas que presenciaron ayer el primero de los tres conciertos que ofrece este fin de semana en el Coliseo de Puerto Rico. Lo logró como parte de su gira Vivir mi vida y por medio de su potente voz.

“¡Es espectacular! Yo le llamo el dios del galillo boricua”, reaccionó Merced Limarie Soto, una de las fanáticas que quedó rendida ante el talento del exesposo de Jennifer López.

Con sus acostumbradas gafas oscuras, el artista comenzó el espectáculo con un mensaje grabado. Una pantalla gigante luego lo mostró saliendo de su camerino. “La voz puede ser complicada, pero en realidad puede ser simple. Soy padre, hijo, hermano, amigo. Soy música y tu sonrisa. Soy las calles de Nueva York y Puerto Rico. Vivo para dejar mi huella”, se escuchó. Y la dejó. Ante una audiencia que lo recibió de pie y a gritos, el intérprete ocupó el centro de un escenario lleno de humo y se presentó cantando I Need to Know.

La reacción de la multitud incrementaba a lo largo de la velada mientras su ídolo los invitaba a extender las manos al aire. “¡Qué rico!”, reaccionó varias veces, sobre todo cuando entonó Y hubo alguien. También hubo alguien (muchos, en realidad) que nunca dejaron de corear los éxitos del vocalista durante el espectáculo.

Con la ayuda de un talentoso violinista que sacudía las caderas, Marc Anthony dominó a los fanáticos que coreaban Hasta ayer junto a él. Entonces se detuvo a observarlos y, como de costumbre, terminó arrodillándose para besar el piso mientras la muchedumbre soltaba aún más gritos de frenesí.

“Check it out, baby!”, expresó, causando que decenas de parejas convirtieran el Coliseo en una pista de baile. Movieron el esqueleto y sacudieron los hombros al ritmo de Valió la pena y Aguanilé, número que le permitió demostrar su potente voz a la vez que extendía las notas musicales.

Del baile al despecho, muchos aficionados volvieron a corear, pero esta vez el corte Contra la corriente. Tras un solo de timbales, la multitud volvió a sentir aquellas emociones ante Y cómo es él, que el solista describió como una de sus canciones favoritas.

En un momento, Marc Anthony pidió que los asistentes lo ayudaran a cantar Vivir lo nuestro, puesto que no estaba presente La India, con quien interpreta originalmente el tema y a quien se refirió anoche como “una tipa ahí”.

Como el invitado de la noche, Tito “El Bambino” entró posteriormente al escenario para acompañar a Marc Anthony en Por qué les mientes. A la gente no pareció importarle que el reguetonero desafinó notablemente con su aguda voz. Cuando terminaron su presentación juntos, los amigos se besaron los cachetes, conectaron sus frentes y se abrazaron con efusividad.

El entusiasmo subió de nivel tan pronto el salsero quiso despertar el sentimiento de orgullo patrio a través de Mi gente y Preciosa. Se despidió posteriormente entre visuales de nuestra bandera, pero regresó para concluir el show con Tu amor me hace bien y -por supuesto- Vivir mi vida.

Fueron 14 canciones que el ídolo interpretó sin dejar de recorrer el escenario y sin aburrir a nadie.

FUENTE:elnuevodia.com